lunes, 19 de octubre de 2009

Mi desahogo

Hoy voy a escribir una entrada que poco tiene que ver con la crianza y los bebés. Tiene que ver con mi situación personal actual, y aunque este blog no fue creado para eso, necesito expresarme, soltar todo el lastre que llevo encima de alguna manera. Gritarlo al mundo.

Llevo meses sufriendo desesperadamente y en silencio por esta situación. No se exactamente cual fue el momento, ni el detonante, pero el hecho en si, es que mi marido, el padre de mi hija ha dejado de quererme, y se va. Me deja mas tirada que a una colilla con un bebé de 21 meses y sin trabajo. Me deja una casa si, pero me deja el corazón destrozado y sin posibilidad de recuperación. Por que a pesar de todo, yo le sigo queriendo.

Hemos ido muy deprisa. Empezamos a salir un 1 de enero de 2006, tras muchas conversaciones y con mucha ilusión. Queríamos retomar todo el tiempo perdido que no tuvimos en un anterior encuentro a los 18 años. Quizá parte de todo fue eso, que el pretendió encontrar a la persona imaginaria de aquel entonces, y conocerme no ha sido lo que esperaba. En conversaciones la semana antes, ya me dijo directamente “podríamos tener un hijo algún día los dos” lo cual me llenó de ilusión, no tal vez por el hecho en sí de tener un hijo, cosa que me aterrorizaba profundamente y a lo cual yo me había negado toda la vida por otros motivos. El caso es que en ese momento lo tomé como la meta final de todo esto, quería darle todo a este hombre, quería hacerle feliz, y si esa era la manera, así se haría.
Empezamos a Salir y pronto nos fuimos a vivir juntos. Yo tenía mi casa muy lejos y por la situación, y especialmente porque era como el aire que respiraba, decidí venirme con el. Aunque el insista en lo contrario, disfrutaba yo del mejor momento de mi vida, creo que por fin era feliz. Muy feliz. Teníamos muchos planes, recuerdo con amargura como sonreía a diario, aunque solo fuera porque me acordaba de el. Era precioso, un momento mágico, me hacía sentir como una princesa en un cuento de hadas a la que salva su principe azul.. pero en este caso, no tiene final feliz.

Y entonces hicimos planes de boda. Por primera vez me sentí tan a gusto al lado de alguien, tan segura, feliz, radiante, esperanzada y llena de vida que era lo que mas deseaba en el mundo. Me veía a su lado de por vida, miraba a los viejecitos por la calle y sonreía de felicidad al pensar en nosotros así de mayores. Era todo tan bonito, tantas ideas, tantos planes, viajes… Babiera, Roma, Japón… sitios a los que seguramente ya nunca pueda ir.
Y como la boda era inminente, El quiso tener un hijo. A mi me daba mucho miedo, me aterrorizaba profundamente. Quizá todos los miedos que había sentido en mi infancia, todas mis terribles vivencias iban a salir tras el nacimiento de mi bebé… me sentía insegura, no sabia si sería capaz de hacerlo bien… pero era tan grande su deseo, que accedí. Y lo hice sin pensarlo mucho la verdad, sin precaución… y me quedé embarazada al primer asalto. Nos casamos con una Inés de 5 cm en mi barriguita.

Y así pasó un embarazo que prometía ser maravilloso. Rafa era bueno, me colmaba de atenciones, mimos, caricias físicas y psicológicas. Todo el mundo estaba lleno de ilusión, nosotros pletóricos. Hicimos muchos, muchos planes. Pero en mi ignorancia y desconocimiento pocos planes hacía con Inés… no me imaginaba al bebé real, sino al bebé de anuncio, casi un ser vegetal que nace, duerme, come y sigue durmiendo en su cuna sin molestar a nadie. Compramos toda clase de inútiles artilugios comerciales y poco recomendables, cuna, carro, biberones… estaba decidida a dar el pecho, es lo único que tenía claro, pero por lo demás, estaba muy poco informada de lo que era un bebé de verdad, y para colmo nuestro entorno no ayudaba mucho, rodeados de personas que tratan a los bebés como si fueran perros, o muñecos sin opinión y sin naturaleza propia.

Y así llegó Inés. Un 14 de enero tras 10 días de retraso fuimos a inducción programada con la total confianza y el desconocimiento de hacer algo que no era del todo recomendable. Así se mandaba, y así había que hacerlo… porque transgredir las reglas? La inducción fue bien, y salvo algunos acontecimientos desagradables como el monitor interno, la sonda y el terrible desgarro que me mantuvo inmóvil mas de una semana teníamos que reconocer que el parto fue de lo mas natural y bastante bonito, pero nada era como nos habían contado, como habíamos imaginado… Allí estaba esa cosita pequeñita, preciosa y morenita (aunque algunas arpías la desearan “que se le cayera el pelo y saliera rubio”) dispuesta a demostrarnos que las cosas no eran así, que los niños si que nacen con libro de instrucciones a pesar de escuchar siempre lo contrario, que lo único que hay que hacer es observar, escuchar y conectar y todo viene rodado… que el instinto es el arma mas poderosa que tiene una madre, y que el cordón umbilical, a pesar de lo que digan, no se corta nunca.
Y empezó nuestra pequeña batalla personal contra el mundo. Dormíamos con Inés, porque descubrimos que era la única manera de poder dormir, y aquí lo importante no es tener una Cuna con florituras o competir con el vecino cuantas horas duermen nuestros hijos… lo importante es descansar, crecer, dormir bien. Y así se hizo, contra viento y marea. Luego la teta, no fue cosa fácil, también parecía que era lo mas sencillo del mundo, pero casi nos cuesta la lactancia al principio un mal agarre y unas terribles grietas… pero lo peor sin duda, eran esos consejos malintencionados, ese taladrar de oídos constante de la gente que siempre cuenta las mismas historias para no dormir, las mismas batallas… la incomprensión, la descalificación continua de gente como mi suegra intentando minar mi autoestima sin lograrlo. Pero allí estaba ella, con su sonrisita de boquita piñón reforzándome en mis pensamientos, transmitiendome un “así mamí lo estás haciendo fenomenal” y mis libros, otro apoyo incondicional que me reafirmó en mis pensamientos lo que por instinto sabía que era correcto.
Y papá también estaba allí. Apoyando, ayudando… siempre al lado. Papá era un pilar principal en mi vida, al igual que lo era ya Inés. Aún recuerdo y me sale una lágrima mas solo de pensarlo, como cuando venían las visitas y con orgullo les enseñaba nuestra cama doble para dormir todos juntos, como explicaba que lo mas maravilloso era despertar por la mañana con una manita minúscula que te llamaba y te sonreía.

Y así pasó el año, con muchas alegrías. Me encontraba yo en el mejor momento de mi vida, junto a mis dos grandes amores. Papá empezó a insinuar la posibilidad de traer un hermanito. Pero era imposible tan pronto, Inés, una niña de alta demanda necesitaba aún mucha atención para ella sola, no era factible. No, no aún, aunque era una de mis grandes ilusiones, otro hijo, hacer las cosas bien, un parto natural en casa, lactancia sin problemas, portabebés desde el primer día… cosas que ya nunca podré experimentar.

Y Papá aprobó una oposición.

Mi sexto sentido me decía que no, que no era bueno. Pero era tal la alegría que sentía, una merecida recompensa a tanto esfuerzo que me alegraba por el. Bueno, cambio de vida, cambio de trabajo… todo va a ir bien … supongo, me decía a mi misma. Y si, todo cambio… pero no como esperaba.
Papá comenzó un curso de oposición en Marzo. En febrero habíamos hecho una obra descomunal en casa preparándola para la llegada de la hermanita, que se llamaría Ingrid, o el hermanito que se llamaría Bruno. El primer mes pasó impasible, pero algo horrible se avecinaba… y pasó.

El príncipe azul desapareció de la noche a la mañana, ya no era igual… a lo largo de abril y mayo comenzaron los reproches, las malas caras, los disgustos… las exigencias. Ya el colecho no era bueno, ya la teta tampoco. Ya está muy enmadrada y tu muy enahijada… ya pareces tu madre, te portas mal conmigo, eres mala esposa. Maltrato psicológico constante, nadie entendía ya que era una niña de alta demanda, no, se me acusaba a mi de que ella era así por mi culpa. Sufría mucho intentando explicar, sin encontrar las palabras, pero menos aún oidos receptivos dispuestos a escuchar.
Miraba el rostro que llevana viendo algunos años, pero no le reconocía, escuchaba su voz, pero no me sonaba de nada… desapareció el amor, el cariño, las caricias, las palabras bonitas. De la noche a la mañana irrumpió en mi vida Mr. Hide destruyendo todo lo que habíamos levantado con tanto amor…
Me sentía incomprendida, intenté hacer terapía creyendo que el error era mío. Pero no, nadie consiguió cortar el vínculo que me mantenía unida a mi Inés. Y lo agradeceré toda mi vida, agradeceré a mi fortaleza e instinto maternal que no se dejara manipular por ningún indeseable… porque no, la culpa no era mía. En absoluto.

No entendió el concepto de la diada madre-bebé. No tuvo paciencia, no fue buen padre. No se si fue eso, o que de verdad el cerebro masculino no se encuentra en la cabeza que Rafa se enamoró de otra. La conoció en su curso de oposición, ojalá jamás se hubiese presentado a tal cosa… aunque quien sabe si no otra hubiera sido la que se hubiera cruzado.
Rafa se enamoró de otra, y no tuvo la valentía, la caballerosidad y el valor de enfrentarse a ello y contármelo. Inés tenía 15 meses o 16 por entonces. No. Me maltrató psicológicamente, me acusó, me culpó de todos los males. Me hizo sentir mala esposa y mala madre, me rebané los sesos intentando encontrar una solución… le amé incluso mas de lo que siempre le había amado, me aferré a ese amor para salvar la situación.
Y la situación cada día era mas insostenible.

Yo lo sospechaba. Un cambio tan abismal no podía ser por otra cosa. Podían ser influencias de gente nueva a su alrededor, pero no, ese trato, ese cambio era demasiado… había algo mas. No había contacto físico ya, se esfumó el amor. Acabaron de golpe las palabras bonitas, los mensajes al móvil, las cartas, los besos, los abrazos, los motes cariñosos, las sonrisas… todo era infernal, el peor trato de mi vida.

Y cuando ya la situación era insostenible, cuando ya no podía mas… le abrí el mail. Y encontré los mensajes mas dolorosos que he leído en mi vida. Palabras cariñosas, frases preciosas, juegos de seducción que yo tanto había deseado durante esos meses de calvario, se los llevaba otra… Y lo peor no era eso, era comprobar que todo había sido una mentira, que había sido injustamente culpada de cosas que no había hecho, que se me acusó de mil historias que no eran sino la tapadera de un sentimiento de culpa, de no querer reconocer lo que de verdad pasaba, de no querer enfrentarse a la verdad. De no tener agallas para decirme a la cara “ya no te quiero, me he enamorado de otra” que era lo que de verdad pasaba… Y el dolor, ESTE dolor, es inconmensurable.

Y así mi familia, la que con tanta ilusión soñé, anhelé, formé, luché, confié, deseé, a la que me abracé, con la que me sentí segura y feliz y creía firmemente que sería para siempre, desapareció de la noche a la mañana, se volatilizó como un sueño cuando despiertas bruscamente y por mas que intentas retomarlo, no consigues acordarte de nada. Ahora todo cambia, no se si a mejor o a peor, solo Destino lo sabe, pero jamás volverá a ser igual.
Seremos ya siempre solo dos. Inés y yo, juntas hasta que ella decida lo contrario. Ya no mas caricias, no mas niños, no mas ilusiones, no mas amor que el mas puro de ellos, el amor maternal y el amor filial de la hija a su madre. Porque en ella pongo ahora toda mi esperanza, mis anhelos e ilusiones, mi vida, en definitiva.

Y solo deseo que el dolor pase rápido, que el corazón deshecho nunca más vuelva a latir por nadie que no sea mi Inés. No, no merece la pena sufrir así, es una amargura sin fin, un horror sin igual. Pero como un buen amigo me dijo hace poco, ni el amor, ni el sufrimiento que éste genera son eternos. Solo tengo que esperar a que el tiempo juegue una vez mas a mi favor, que cristalice esos pedacitos y no me sigan quemando viva por dentro como ahora. Que Olvido sustituya en mi memoria a Desespero y que pronto pueda volver a sonreír, para que mi pequeña no siga viendo a su mamá triste con la cara llena de lágrimas y una pena constante, sino a su mamá fuerte y contenta de tenerla a su lado.

Pero prometo a quien quiera escuchar, a los Jueces del Kharma, a los dioses de la naturaleza, al vecino de en frente si es lo que hay… que nunca nunca mas, voy a volver a permitir a NADIE que se inmiscuya en mi vida personal, en mi vida y en la de mi niña, que no quiero volver a sufrir por nadie, que prefiero vivir impasible sin grandes sobresaltos, ni positivos, ni negativos. Que de ahora en adelante solo quiero estar TRANQUILA. Y esa tranquilidad, y la de mi familia monoparental, será mi meta a partir de ahora. Y que tantas lenguas hablan de cambiar, de volver a enamorarse, de otra oportunidad, de la juventud… pero no, ya os anuncio desde ahora que no es lo que quiero, que la confianza destruida y el miedo por bandera no me van a poder hacer confiar jamás nunca en un hombre, tan llenos de testosterona. No. No puedo volver a meter la pata nunca mas.
Porque todos ellos Hieren. Vulnerant Omnes.

Cristina. 18 de octubre de 2009

domingo, 6 de septiembre de 2009

Diario crí­tico - Andalucía El Hospital de Valme detecta 171 casos anuales de maltrato a niños

Diariocrítico - Andalucía El Hospital de Valme detecta 171 casos anuales de maltrato a niños

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sábado, 1 de agosto de 2009

www.mamadelola.com

Uf, 3 entradas ya hoy, estamos prolíficos, jejeje
Quería recomendar este precioso blog hecho con mucho cariño por una mamá, la Mamá de Lola, ilustradora y defensora al 100% de la crianza con respeto y amor. No os lo perdais!
http://www.mamadelola.com/

ALGUNOS DE SUS DIBUJOS: (Te los cojo con un poco de morro, pero esque me encantan!)



(me siento taaaaaaaaaan identificada con este, jajaja)











LA OMS CELEBRA LA SEMANA DE LA LACTANCIA




OMS CELEBRA LA SEMANA DE LA LACTANCIA
'El mejor regalo para mis hijas es que ellas decidan cuándo quieren dejar de tomar pecho'

Désirée Sanz, junto a sus hijas. Yaiza con cuatro años y Alexia, recién nacida en una imagen de 2005.

La lactancia natural puede prolongarse hasta que el niño y su madre lo deseen
En España sólo un 24,7% de los bebés toman pecho a los 6 meses, según datos de 2006
Las madres que amamantan durante años tienen que lidiar con la incomprensión social

Actualizado sábado 01/08/2009 01:57 (CET)
YAIZA PERERA

MADRID.- Con los ojos aún cerrados y el cuerpo tembloroso por el parto, un recién nacido busca el pecho de su madre cuando le dejan refugiarse sobre su piel. Sabe cómo alimentarse. El líquido que fluye de ella es su mejor fuente de vida: le nutre, refuerza su sistema inmunológico, le reconforta. Él lo sabe por instinto. La OMS, que celebra desde hoy hasta el 7 de agosto la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Asociación española de Pediatría o la UNICEF, por convicción científica. Según sus recomendaciones, es el alimento ideal para un bebé hasta los seis meses de vida. Entonces, cuando comiencen a introducirse nuevos alimentos a su dieta y hasta el año, debería ser la base de su dieta. ¿Y luego? No hay normas, no hay fechas. La lactancia natural puede prolongarse hasta que el niño y su madre lo deseen.

Désireé Sanz y su hija Yaiza se unieron con este lazo hace ya ocho años. Y siguen deseando mantenerlo. Durante su primer embarazo, con 21 años, esta joven vasca confiesa que el tema de la lactancia no le "interesaba demasiado", no era algo en lo que pensara. Su idea, recuerda, era "amamantar hasta el año", como hizo su madre y su abuela. Pero el 1 de junio de 2001 Yaiza nació y se aferró a su pecho. Cuatro años después, un 8 de julio, la pequeña Alexia lo hacía también. Es la denominada lactancia en tándem (dar de mamar a más de un hijo a la vez) y prolongada.
Yaiza, que en septiembre comienza tercero de primaria, toma leche materna por la noche, "un rato después de cenar", aunque su madre intuye "que el destete está cada vez más cerca". "Hay días que ni se acuerda", asegura Désireé con cierta melancolía. La pequeña, de cuatro años, "hace dos-tres tomas diarias". De vez en cuando aún toman el pecho juntas y bromean -"ven Alexia, le aconseja la mayor- que esta leche está más dulce". Su madre sonríe y su padre, respira. Cuando maman es uno de los escasos momentos de tranquilidad en esta casa invadida de risas, juegos y charlas infantiles interminables.

Aún hoy, esta castellonense de adopción (vive desde los 12 años en Vinaroz) recuerda el primer día que compartieron las dos su regazo: "Yaiza, con cuatro años, cogió la manita de su hermana recién nacida la miró con mucha dulzura y la acarició". Ella se dejó guiar por el instinto en una época en la que la cultura del biberón se había hecho fuerte. "Vale la pena intentarlo, es lo natural, no se puede equiparar con la mejor leche artificial". Lo ratifica el Comité de Lactancia materna de la AEP en su página web: La leche materna aporta todos los nutrientes al bebé, refuerza su sistema inmunológico y ayuda a protegerle de enfermedades presentes (catarros, neumonía, diarreas,...) y futuras (alergias, asma, obesidad, diabetes,...), disminuye la mortalidad infantil y fomenta el desarrollo intelectual. También tiene beneficios para la mujer y fortalece la relación afectiva.

Désireé habla y actúa desde el respeto. Hacia sus hijas -"serán ellas quienes decidan cuándo quieren dejar de tomar el pecho"- y hacia las madres que no quieran amamantar -"cada mujer es dueña de sus decisiones en crianza"-. El dar de mamar es un derecho, no se impone. Pero en lo que coinciden los defensores de la lactancia es que la mujer tiene que estar informada para tomar una decisión libremente. Y en eso el apoyo profesional y social representa un papel básico.

Desirée, que hubiese querido tener cinco hijos, trata de orientar a las madres que desean amamantar a sus hijos. Lo hace desde su propia web Maternidad Instintiva y también desde el foro del Comité de Lactancia de la AEP, donde pueden responder a las dudas tanto expertos de la asociación como otros padres.

Apoyo e información, claves para fomentar la lactancia
En los últimos años, el biberón ha ido perdiendo posiciones a favor de la lactancia materna. Pero aún el porcentaje de niños que siguen tomando leche materna más allá de los seis meses es muy reducido. Según la última Encuesta Nacional de Salud del 2006 del Instituto Nacional de Estadística, en España el 68,4% de los bebés reciben lactancia materna exclusiva al mes de vida, el 52,4% continúan así a los tres meses y sólo un 24,7% lo hacen a los 6 meses. "Estos datos están muy por debajo de ser la situación ideal para el desarrollo de nuestros niños pensando en la influencia de la lactancia materna en su vida de joven y adulto como prevención de enfermedades frecuentes y graves", explica Concepción de Alba Romero, neonatóloga del Hospital madrileño 12 de Octubre y desde hace cuatro años miembro del comité de lactancia materna en ese mismo centro sanitario.

Cualquier mujer puede ser capaz de alimentar a su hijo exclusivamente con su leche y las causas que contraindican la lactancia materna (algunas enfermedades, como puede ser el sida o medicamentos, como los tratamientos contra el cáncer.) son casi excepcionales, asegura el Comité de Lactancia Materna de la AEP. Y si surgen dudas. Los profesionales sanitarios cuentan una herramienta de gran utilidad para averiguar la compatibilidad de una medicación con la lactancia: la web e-lactancia.org creada por el servicio de pediatría del Hospital de Denia (Alicante).
"Las prácticas hospitalarias alrededor están cambiando y a nivel social la difusión de los beneficios de la lactancia está llegando de una manera clara"
Concepción de Alba Romero, neonatóloga

¿Por qué entonces, si es el mejor alimento para el bebé, las madres deciden dejar de dar el pecho ? "Al principio el destete suele producirse por la falta de confianza, el dolor o grietas y el uso de suplementos. A los 3-4 meses, por la vuelta al trabajo", responde De Alba mostrando a su vez el camino para invertir esa tendencia. "Apoyo e información a las madres" que borren de la memoria colectiva esos "mitos, ideas preconcebidas y hábitos de alimentación infantil que son considerados adecuados tanto por los padres como por los sanitarios".
La reincorporación de la mujer a su puesto de trabajo a las 16 semanas de dar a luz, la aceptación general de las leches de fórmula y, en ocasiones, la presión social precipitan el abandono de la lactancia. Justo en el otro lado se posicionan, con una mano tendida, los grupos de apoyo que se reparten por todo el país con el objetivo de facilitar información a los padres y brindarles un lugar donde compatir experiencias. Han asumido el papel de las madres que antaño transmitían el arte de amamantar.
Inmaculada Mellado, secretaria de La Liga de la Leche en España y monitora desde hace cuatro años, explica que muchas mujeres acuden a las reuniones en busca de "compresión" porque allí "no se sienten juzgadas y pueden expresar sus sentimientos".

Las dos hermanas se entretienen amasando en una imagen reciente.

Información contra las críticas
Las madres que consiguen dar el pecho a sus hijos durante varios años tienen que lidiar en no pocas ocasiones con la incomprensión social. "Tenemos casi que mantenerlo en secreto", se lamenta Desirée tras años de escuchar críticas. Su marido, Sergio, y su suegra le brindan apoyo incondicional pero de aquellos que cuestionan su forma de crianza se defiende con un arma infalible: de nuevo, la información. Su estrategia para rebatir las críticas fue argumentar los beneficios probados de la lactancia y remitirse a los hechos: dos hijas sanas física y emocionalmente. Así uno a uno, Desirée, desde hace tiempo muy interesada en la Psicología, fue desmontando los argumentos de quien la cuestionaba y ahora, ocho años después "le dejan hacer lo que crea oportuno".


Las críticas a la lactancia prolongada surgen por "desconocimiento de los beneficios a largo plazo y a veces prejucios sin fundamento", asegura la doctora de Alba. De las numerosas conversaciones de Inmaculada Mellado con otras madres -ella tiene un niño de siete años y un bebé de 16 meses-deduce que "se trata de una tema cultural. Las críticas suelen venir de personas jóvenes o de mediana edad, justo aquellas que crecieron con el boom del biberón, mientras que los elogios suelen venir de las personas mayores que viven con regocijo la vuelta a las prácticas que ellas mismas disfrutaron". "El patrón de duración de lactancia en los humanos hasta hace menos de 100 años y todavía hoy en sociedades no contaminadas por la civilización predominante ha sido de tres a cuatro años con variaciones entre el año y los siete o más años", recuerda la AEP.
Ajenas a los prejuicios, Yaiza y Alexia "ven con naturalidad" su amamantamiento, aunque ambas lo perciben como un momento de intimidad. En estos ocho años, Desirèe sólo se planteó en serio el destete por agotamiento cuando sus hijas tenían dos años. "A estas alturas tengo clarísimo que serán ellas quiénes decidan cuándo ha llegado el momento del destete. Hay quien me pregunta si es que quiero batir un Récord Guinness. Nada más lejos de la realidad. Creo que el mejor regalo que puedo hacerles es esperar a que ellas digan que ya no quieren más. Porque eso significará que han tomado pecho hasta que ellas lo han necesitado, nutritiva y emocionalmente".

Formación de los profesionales sanitarios y apoyo e información a las madres desde el embarazo. Esas parecen ser las claves para hacer despertar el instinto natural de lactancia. Ya ha empezado a hacerlo. En el Hospital 12 de Octubre se percibe el cambio. Cuando las madres se van de alta con su bebé el 90% le dan el pecho. "Las prácticas hospitalarias alrededor del embarazo, parto y nacimiento del niño están cambiando y a nivel social la difusión de los beneficios científicos de la lactancia está llegando de una manera clara", se felicita Concepción de Alba, quien insiste en que "la lactancia siempre es beneficiosa". La leche materna no tiene fecha de caducidad. Para Inmaculada Mellado, de La Liga de la Leche, "lo ideal sería que fuese el bebé quien decidiera cuándo dejar de mamar, pero hay tantas formas de destete como parejas madre-hijo/a". O tríos. Y en el que forman Desirèe, Yaiza y Alexia no hay duda de quién tendrá la última palabra.

'La edad normal del destete debe de estar entre los dos años y medio y los siete'

Fuente: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/08/01/mujer/1249085191.html

ENTREVISTA AL PEDIATRA CARLOS GONZÁLEZ, EXPERTO EN LACTANCIA
'La edad normal del destete debe de estar entre los dos años y medio y los siete'
'Nuestra sociedad no lo admite, pero el destete es siempre una pérdida para la madre'
Advierte que el mayor problema de las madres lactantes es la presión social


'Si salieran todas del armario nos daríamos cuenta de que son muchísimas'
Actualizado sábado 01/08/2009 02:06 (CET)




YAIZA PERERA
MADRID.- Ser padre no es fácil, pero es, sin duda, una de las aventuras más gratificantes que te regala la vida. Por esa razón quizás, son tantos los que emprenden ese camino. Y la mayoría lo hace a ciegas porque el bebé, ya se sabe, no viene con manual. ¿Pero... hace falta? Carlos González, autor de 'Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor', asegura que no. Simplemente hay que dejarse guiar por el instinto, el respeto y el amor.

Con humor e ironía, este pediatra zaragozano ha ayudado a desdramatizar las situaciones que pueden resultar más complicadas durante la crianza (sueño, comida, la educación...añadan ustedes a la lista), pero, por encima de todo, ha tratado de combatir la cultura del biberón que comenzó a imponerse hace tres décadas contra la propia naturaleza humana. Es fundador de la Asociación Pro Lactancia Materna de Cataluña, donde ha desarrollado su vida profesional, imparte cursos a profesionales sanitarios, es miembro del Consejo de Asesores de Salud de La Leche League International y autor de numerosos artículos sobre la lactancia.
La leche materna es para él, como tituló un libro en 2006, 'un regalo para toda la vida'...y sin fecha de caducidad. Enemigo de las etiquetas, Carlos González rehuye del término 'lactancia prolongada". "No me gusta esa palabra porque da la sensación de que las madres se han pasado. Depende de lo que considere cada uno normal. Actualmente, más de un año o más de seis meses es prolongado, pero estudios antropológicos apuntan a que la edad normal del destete en el ser humano debe de estar entre los dos años y medio y los siete".

"Hace 25 años-recuerda- lo normal era dar el pecho tres semanas y llegar a los tres meses era una heroicidad". La realidad social entraba en contradicción con la científica, la que le mostraban los libros a ese entonces recién licenciado por la Universidad Autónoma de Barcelona. "Si la lactancia era magnífica, ¿por qué nadie lo hacía?", se preguntaba. Era la profunda huella que había dejado el "cambio sociológico que se había producido a principios del siglo XX, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, por la fe en el progreso que hacía creer que la leche artificial era mejor que la de la madre y por la publicidad".
Su grata experiencia personal con la lactancia, el hecho de que su esposa le diera el pecho a sus tres hijos - hoy en día ya universitarios- le convenció aún más de la necesidad de "promocionar" esta práctica, de ayudar a madres y profesionales sanitarios a recordar lo que ya está escrito en los genes de los mamíferos. Comenzó su tarea con la confianza de que "se produciría un aumento gradual y general" en la lactancia materna, pero no ocurrió así: "un importante porcentaje de madres no logra pasar de unas semanas y una pequeña cantidad pasa de los dos años".

"Durante muchos años hubo una fuerte publicidad de que la leche de la madre era mala y la gente se convenció -explica este catalán de adopción. Y es un mito que se ha extendido mucho. "Las madres se dejan convencer de que sus hijos se pueden morir de hambre y encima ven en la etiqueta de la leche artificial que es parecida a la leche materna". El resultado de esta combinación suele ser el destete temprano.
Actualmente, "se ha roto la cadena de transmisión de la información porque ahora las madres se encuentran que sus madres no dieron el pecho porque no pudieron o no quisieron. Pensaban que era retrógado y no quieren que sus hijas caigan en eso. La madre que lacta no encuentra apoyo". De ahí, asegura, la importancia de la adecuada formación de los médicos y la existencia de grupos como La Liga de la Leche, que ofrecen ayuda práctica a las madres para que puedan dar el pecho. "El cambio se produce por la difusión de conocimientos y de experiencias". Y ese cambio, se felicita, comienza a vislumbrarse: hoy en día se está "volviendo a lo que hacían nuestras bisabuelas".
Pero este camino aún no resulta fácil de emprender. "Sin duda, el mayor problema al que se enfrentan las madres que desean prolongar la lactancia es la presión social. Si salieran todas del armario nos daríamos cuenta de que son muchísimas. Hay que respetarlas", reclama Carlos González. Y esta consideración hacia la mujer, pero también hacia los hijos parece ser la máxima que guía a este pediatra. Y desde esa capacidad para ponerse en la piel del otro, quizás el secreto que esconden las páginas de sus libros, deja en el aire una reflexión: "nuestra sociedad nunca lo admite, pero el destete es siempre una pérdida para la madre".

domingo, 26 de julio de 2009

LA DIETA SANA ELEVA LA INTELIGENCIA DE LOS NIÑOS

FUENTE: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/07/16/psiquiatriainfantil/1247772021.html

ALIMENTOS PARA EL DESARROLLO COGNITIVO
La dieta sana eleva la inteligencia de los niños
Los bebés que toman frutas y verduras tienen mayor coeficiente intelectual
Los 'alimentos adultos', comidas preparadas y 'snacks' no tienen este efecto positivo
17/07/2009 01:44 (CET)

PATRICIA MATEY
MADRID.- ¿Tiene usted un bebé? ¿A su hija o hijo le toca abandonar la época de la lactancia y comenzar a introducir en su dieta alimentos sólidos? Pues lea atentamente este artículo. Por primera vez, un estudio desvela cuáles son los productos que, ingeridos de pequeño, pueden influir en el desarrollo de la inteligencia durante la infancia.
"En los países desarrollados, las investigaciones llevadas a cabo sobre dieta en la primera infancia y desarrollo cognitivo y neurofisiológico posteriores han estado centradas casi exclusivamente en el tipo de leche recibida. Muchos de estos trabajos han constatado que los bebés alimentados con la de la madre obtienen mejores puntuaciones en los test de función cognitiva, pero en una buena parte de ellos no se han tenido en cuenta ciertos factores, como la inteligencia de la madre, que pueden alterar los resultados", defienden los autores del trabajo, liderados por Chatarine Gale, de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
Otros "estudios también han relacionado la exposición prenatal a los ácidos grasos Omega-3, a través de la vía materna, con un posterior mejor desarrollo neurocognitivo, pero sus resultados son inconcluyentes", insisten los investigadores en el último 'The Journal of Child Psychology and Psychiatry'.
Pero ninguno ha examinado los efectos que tiene la alimentación seguida por los bebés cuando se inician en el consumo de productos sólidos en su desarrollo cerebral. "Hemos analizado las consecuencias de la nutrición cuando los niños cumplen los cuatro años, pero controlando otros factores que pueden influir en su inteligencia, como el coeficiente intelectual de la madre, la clase social, la educación, la calidad del ambiente vivido en el hogar y otros posibles valores que pueden alterar los resultados", comenta a elmundo.es la directora del trabajo.
Tal y como anuncian los científicos británicos, contaron con la participación de 241 menores de cuatro años, junto a sus madres, seleccionadas del 'Estudio de Mujeres de Southampton'. Iniciado en 1998, con féminas de 20 a 34 años que no estaban embarazas en ese momento, este trabajo tiene como fin identificar las influencias maternas en el desarrollo fetal, así como los factores ambientales que pueden determinar el crecimiento, el desarrollo cerebral y la salud de los menores nacidos.
La investigación
Un grupo de enfermeras visitó a las madres y a sus bebés cuando tenían seis y 12 meses de edad. A todas se las realizó un cuestionario sobre el tipo de dieta seguida por sus hijos. Las dietas se dividieron en dos grupos. Una primera en la que se incluía la elevada frecuencia del consumo de frutas, vegetales, pescado, comidas caseras y un bajo consumo en productos preparados [potitos] y leche pasteurizada. "Todos estos alimentos forman parte de las recomendaciones realizadas en 2006 para lactantes por el Departamento de Salud británico, lo que conocemos como 'patrón de guía infantil", aclaran los investigadores.
El segundo tipo de dieta se caracterizaba por los considerados 'alimentos de adultos'. Es decir, una elevada ingesta de 'snacks', carne procesada, patatas fritas [chips] y naranjada.
Para poder determinar el desarrollo cognitivo de los infantes, un grupo de psicólogos llevó a cabo varios test de atención, habilidad sensomotora, memoria y lenguaje en los hogares de los pequeños cuando estos habían cumplido los cuatro años. Asimismo, se indagó sobre su atención visual, precisión motora y fluidez verbal.
"También valoramos los detalles sobre la educación de la madre, nivel inteligencia, número de hijos previos, ocupación laboral y ambiente reinante en el hogar", destaca la doctora Gale.
Los menores que cuando eran bebés "siguieron una dieta rica en frutas, verduras y comidas caseras puntuaron más alto en las pruebas de inteligencia y memoria que los alimentados con el segundo tipo de dieta", rezan las conclusiones del trabajo. En ellas se insiste, además, que estos "resultados fueron independientes de la inteligencia o educación materna, su clase social o el ambiente en el domicilio familiar, peso o edad gestacional del hijo al nacer ".
Más datos que apoyan las 'bondades' de seguir una dieta sana desde la primera infancia son los que hacen referencia a que los bebés que consumieron con "frecuencia galletas, 'snacks' o patatas fritas tenían un peor desarrollo cognitivo y neurofisiológico tal y como quedó demostrado en las pruebas de lenguaje", agregan los investigadores.
La directora del estudio es sincera al reconocer "que es posible que el eslabón que encontramos entre una dieta de alta calidad (la fruta, verduras y alimentos caseros) en la primera infancia y la inteligencia a la edad de 4 años no esté causado por la dieta, sino por otras variables que no hemos incluido en el trabajo como la inteligencia del padre". Pese a todo defiende que su estudio constata que "incluso en las poblaciones bien alimentadas, los patrones dietéticos en los primeros meses de vida tiene un efecto en el desarrollo cognitivo posterior".

domingo, 12 de julio de 2009

A mi también me pegaron (y no me ha pasado nada)

FUENTE: http://elmundodearmandilio.blogspot.com/
Lo copio de este blog que tanto me gusta. Cuantas veces he escuchado la frasecita de marras Seguida de un "... y no tengo ningún trauma" aunque se le huela a distancia!

A mí también me pegaron (y no me ha pasado nada)
24-jun-2009

- Daniel: Hoy le he tenido que pegar a mi hijo, porque me ha liado una...
- Antonio: Umm, pero ¿qué ha hecho?
- Daniel: Pues nada, venga a tocarlo todo, yo diciéndole que lo dejara y mira, hasta que no le he pegado no lo ha entendido.
- Antonio: Bueno, yo creo que ni cuando le has pegado lo ha entendido.
- Daniel: ¿Qué dices? Pues claro que lo ha entendido. ¡Ha dejado de hacerlo!
- Antonio: Claro que lo ha dejado, pero no porque lo haya entendido, sino porque le has pegado... Lo que ha entendido es que si hace algunas cosas que no te gustan, le pegarás. Eso no es entender que algo se puede o no se puede hacer, eso es entender que papá puede hacerle daño en algunas ocasiones y así aprenden incluso a temerte.
- Daniel: Anda hombre! Si sólo le he dado en el culo... ¡ni que le hubiera dado una paliza!
- Antonio: Bueno, le has hecho parar, así que algo habrá notado... a veces el problema es que acaban aprendiendo a hacer lo que quieren hacer cuando no estás delante. Incluso mienten si les preguntas para evitar el cachete... En definitiva, que aprenden a huir del cachete, pero no a comportarse bien.
- Daniel: Tú no tienes hijos ¿no?
- Antonio: Sí, tengo uno de dos años... creo que es como el tuyo.
- Daniel: Sí, el mío tiene dos años, pero ya te digo, que si no lo hago así, no entiende nada. Mira, más vale un cachete a tiempo, que no que luego se te suban a las barbas. Además, a mí también me pegaron y ya ves, aquí estoy. No tengo ningún trauma.
- Antonio: Hombre, tanto como decir que no te afectó... Por lo pronto te parece normal e incluso útil pegar a un niño de 2 años. A mí eso me parece suficiente como para decir que sí te influyó. Además, nadie dice que se vayan a traumatizar por pegarles... es una cuestión de autoestima y de respeto. No quieras para ellos lo que no quieras para ti. Cada vez que le pegas, te coge más miedo. Yo prefiero que mi hijo me respete porque vea que yo le respeto a él, pero no quiero que me tema, y el respeto se consigue, pero no se exige. Seguro que sin los golpes que tus padres te dieron serías una persona diferente (mucho o poco) y con, seguramente, más autoestima y seguridad en ti mismo (mucha o poca)... ¿No crees?

Dedicado a Norm Lee y a su "Ser padres sin castigar", que se puede leer gratis aquí.

martes, 16 de junio de 2009

LA EDUCACIÓN PRENATAL Y LA PAZ MUNDIAL

Enlace: ANEP http://anepeducacion.blogspot.com/
Me ha encantado esta asociación que trabaja para el conocimiento y concienciación de la importancia de la etapa prenatal y perinatal. Pongo aquí uno de sus artículos.

LA EDUCACIÓN PRENATAL Y LA PAZ MUNDIAL
Los descubrimientos científicos y psicológicos de estas dos últimas décadas demuestran que durante el periodo prenatal el ser humano construye las primeras bases de su salud, de su afectividad, de sus capacidades de relación (de su capacidad de amar), de sus facultades cognitivas (inteligencia) e incluso de su creatividad.Todo lo que admitimos respecto a la primera infancia aún es más cierto para antes del nacimiento.Cuando reunimos todos estos estudios emerge la realidad de una Educación Prenatal fundamental. Como muy bien afirma Gayatri NARAINE : “El comportamiento , las actitudes y los valores están siendo inculcados casi en el feto dentro de la matriz antes de que el niño nazca.”Es importante distinguir la Educación de la Instrucción. La instrucción es la transmisión de conocimientos y de habilidades y utiliza métodos de aprendizaje. Pero al bebé en el útero no hay que enseñarle nada, intentarlo sería arbitrario y peligroso; sería una intrusión en el proceso de formación y ejerceríamos violencia sobre él/ella.En cambio el objetivo de la Educación es desarrollar las potencialidades del ser humano y su adaptación al mundo. Y la Educación se opera a través de tres procesos esenciales: La Impregnación, la Imitación /Identificación y la Experimentación.En el periodo prenatal la impregnación es máxima, es celular. El niño/a en el útero se impregna de todo lo que vive su madre.Si los padres están informados de que su hijo se educa al mismo tiempo que se forma, tiene la posibilidad de evitar que reciba ciertas violencias y pueden darle las mejores condiciones para su desarrollo más óptimo según su propia dinámica y su proceso natural.El bebé en el útero vive y convive intensamente con su madre 24h al día durante 9 meses. Ël no tiene la posibilidad de hacer una selección entre lo que le beneficia y lo que le resulta nocivo. Es la futura madre la que debe hacer esa elección, con la complicidad del padre, de los profesionales que la acompañan, de los educadores y de todas las instituciones.A nivel físico el bebé construye su cuerpo con los materiales aportados por la sangre de su madre.A nivel afectivo comparte las emociones de su madre, éstas le llegan por vía hormonal y energética.A nivel mental , los pensamientos e imágenes mentales de su madre le influyen, una vía de conducción es el agua según los trabajos del investigador Masaru Emoto. Esto explicaría el impacto de la vida interior de la madre sobre el psiquismo y el organismo de ese futuro ser.Todo ello invita a los futuros padres y sobretodo a la futura madre , primera y principal educadora de su hijo/a a transmitirle lo mejor de sí misma y a utilizar el poder de su imaginación creadora para sembrar en él/ella la alegría, la tolerancia, la paz, el amor, el entusiasmo, el respeto... es decir sensibilizarlo a los más bellos valores del ser humano. Y esos valores penetrarán tan profundamente en el subconsciente de su hijo que le influirán a lo largo de su vida.Si los Gobiernos e Instituciones en vez de dedicar tanto presupuesto a la creación de hospitales, prisiones y a la reducción de la violencia, se remontasen a las verdaderas causas, al origen de la vida y se ocupasen de las futuras madres proporcionándoles las condiciones necesarias para vivir un embarazo armonioso, sano y positivo, los resultados a nivel físico y psíquico serían incomparablemente mejores y los costos infinitamente menores.La Educación Prenatal natural es una prevención fundamental contra la violencia y otras disfunciones, por ello el tema del IV Congreso mundial de Educación prenatal en Venezuela (2001) , era “Hacia un mundo sin violencia”.Y principalmente la Educación prenatal favorece la construcción de una cultura de paz desde el mismo inicio de la vida. Y nos involucra a todos, educadores, profesionales , instituciones y representantes a nivel de gobiernos.Y podemos esperar que seres gestados, nacidos y educados en el amor y el respeto sean capaces de construir un mundo más humano, más justo , pacífico y fraternal en donde cada uno pueda encontrar su lugar y estar al servicio de todos.
Publicado por ANEP

EN LA PIEL DEL PADRE

El 'método canguro' tranquiliza y estimula a los recién nacidos por cesárea
ANA PANTALEONI - Barcelona - 02/06/2009

"Pase a esta habitación, sáquese la camisa y póngase la bata sin abrochar", dice la enfermera con voz firme. Son las 11.41, en el hospital Joan XXIII de Tarragona. Liberto está a punto de conocer a su primera hija, Thelma, que ha nacido por cesárea. Casi cuatro kilos. Sin poder articular palabra, el padre coge a Thelma y se la pone en su torso desnudo. Mientras tanto, la madre, María del Mar se encuentra en la sala de reanimación tratando de recuperarse de la anestesia.

"Háblale con tu voz, que la conoce", le dice la enfermera al progenitor
Liberto está cortado, pero la emoción le puede. La niña se siente a gusto en sus brazos. "En los casos en los que practicamos una cesárea, damos la opción al padre de ponerse piel con piel con su bebé. Está demostrado que con este método sienten el calor, regulan la temperatura y lloran menos", afirma Marisa Fortes, supervisora del área de obstetricia y ginecología del hospital.
El piel con piel o método madre canguro consiste en llevar al recién nacido pegado al pecho para que se establezca un continuo contacto. El sistema, ideado en 1979 en Colombia y difundido universalmente en la década de los noventa, se ha expandido por todo el mundo y sus ventajas para los recién nacidos han sido demostradas científicamente.
En este hospital catalán han decidido desde hace un año darles una oportunidad a los padres. Durante la primera hora de vida, los recién nacidos están muy atentos a los estímulos externos. Thelma mueve su cabeza y chupa la mano que todavía sabe a líquido amniótico. Pero abandona la mano y empieza a reptar. De pronto, se engancha al pezón y empieza a chupar.
Llora y vuelve a pegarse a la piel de su recién estrenado papá. Hay poca luz en esta sala vieja y azul con una camilla y un sofá. Liberto mira a su hija. "¿La tengo bien cogida?", pregunta a la enfermera. Entre la emoción y la situación, no sabe qué decir.
Sólo algunos padres rechazan la propuesta del hospital. "Algunas culturas se muestran reacias al piel con piel como es el caso de los chinos. Ellos prefieren que los niños estén en la cuna", explica Fortes, "aunque a veces les convencemos". El número enorme de cesáreas que se practican en España plantea la necesidad de humanizar una intervención que está excesivamente medicalizada. Uno de cada cuatro partos es una cesárea. Tras la intervención quirúrgica, la madre necesita un tiempo para recuperarse.
"La diferencia es que antes el padre era un espectador y ahora ya no. Está con el bebé antes que la propia madre", explica la enfermera. El método padre canguro se extiende. "Hay estudios que demuestran que al estar piel con piel con el padre controlan mejor la temperatura y aunque no pueden mamar luego se cogen mejor al pecho materno", argumenta Carmen Pallás, jefa del servicio de neonatología del hospital 12 de Octubre de Madrid. "No es que mamen, es que el niño chupetea el pezón por su instinto de succión".
En el Joan XXIII hace más de un año que han estrenado este programa, y en otros centros españoles como en el hospital 12 de Octubre, ya están acomodando un espacio y comprando sofás para ponerlo en práctica. En Sant Joan de Déu practican el método canguro, tanto con la madre como con el padre o los familiares, con los bebés prematuros pero no con los que nacen a término.
La niña ha nacido por cesárea. Mientras la madre se recupera, el padre la pone sobre su pecho. Succionar es un reflejo.- JOSEP LLUÍS SELLART


El hecho de que el bebé succione del pecho del padre es calificado por el doctor de la Vall d'Hebron Josep Pere Poch como "una anécdota" dentro de un contexto más amplio. "Si el niño al nacer encuentra un ambiente más cálido que en una cuna, le ayuda a adaptarse. Mamar es un reflejo", dice.
"Háblale con tu voz, que la conoce", le dice la supervisora al padre. Edurne, la comadrona más joven del hospital, le explica a Liberto que la madre está bien y que pronto pasarán a otra habitación para estar los tres. Entonces Thelma abandonará a su padre para alimentarse del pecho de su madre.

sábado, 23 de mayo de 2009

Bebés con brazos de trapo.

Tremendo. Cuanto mas leo acerca de lo que pueden hacer a los bebés en partos hospitalarios, mas me reafirmo en mi idea de tener un parto en casa natural y nada medicalizado ni forzado.

Este artículo (pongo el link porque está colgado a modo de revista) http://issuu.com/maiatza/docs/bebes_con_brazos_de_trapo Está escrito por la madre de un bebe afectado (la que sale en las fotos). Lo ha colgado en un foro otra mamá a cuyo bebé le ocasionaron una distocia de hombros por culpa de con una maniobra de Kristeller y una ventosa. Le rompieron la clavicula al nacer pero no fue nada para lo que pudo ser....

Es muy interesante, no dejeis de leerlo.