domingo, 12 de julio de 2009

A mi también me pegaron (y no me ha pasado nada)

FUENTE: http://elmundodearmandilio.blogspot.com/
Lo copio de este blog que tanto me gusta. Cuantas veces he escuchado la frasecita de marras Seguida de un "... y no tengo ningún trauma" aunque se le huela a distancia!

A mí también me pegaron (y no me ha pasado nada)
24-jun-2009

- Daniel: Hoy le he tenido que pegar a mi hijo, porque me ha liado una...
- Antonio: Umm, pero ¿qué ha hecho?
- Daniel: Pues nada, venga a tocarlo todo, yo diciéndole que lo dejara y mira, hasta que no le he pegado no lo ha entendido.
- Antonio: Bueno, yo creo que ni cuando le has pegado lo ha entendido.
- Daniel: ¿Qué dices? Pues claro que lo ha entendido. ¡Ha dejado de hacerlo!
- Antonio: Claro que lo ha dejado, pero no porque lo haya entendido, sino porque le has pegado... Lo que ha entendido es que si hace algunas cosas que no te gustan, le pegarás. Eso no es entender que algo se puede o no se puede hacer, eso es entender que papá puede hacerle daño en algunas ocasiones y así aprenden incluso a temerte.
- Daniel: Anda hombre! Si sólo le he dado en el culo... ¡ni que le hubiera dado una paliza!
- Antonio: Bueno, le has hecho parar, así que algo habrá notado... a veces el problema es que acaban aprendiendo a hacer lo que quieren hacer cuando no estás delante. Incluso mienten si les preguntas para evitar el cachete... En definitiva, que aprenden a huir del cachete, pero no a comportarse bien.
- Daniel: Tú no tienes hijos ¿no?
- Antonio: Sí, tengo uno de dos años... creo que es como el tuyo.
- Daniel: Sí, el mío tiene dos años, pero ya te digo, que si no lo hago así, no entiende nada. Mira, más vale un cachete a tiempo, que no que luego se te suban a las barbas. Además, a mí también me pegaron y ya ves, aquí estoy. No tengo ningún trauma.
- Antonio: Hombre, tanto como decir que no te afectó... Por lo pronto te parece normal e incluso útil pegar a un niño de 2 años. A mí eso me parece suficiente como para decir que sí te influyó. Además, nadie dice que se vayan a traumatizar por pegarles... es una cuestión de autoestima y de respeto. No quieras para ellos lo que no quieras para ti. Cada vez que le pegas, te coge más miedo. Yo prefiero que mi hijo me respete porque vea que yo le respeto a él, pero no quiero que me tema, y el respeto se consigue, pero no se exige. Seguro que sin los golpes que tus padres te dieron serías una persona diferente (mucho o poco) y con, seguramente, más autoestima y seguridad en ti mismo (mucha o poca)... ¿No crees?

Dedicado a Norm Lee y a su "Ser padres sin castigar", que se puede leer gratis aquí.

0 comentarios: